Regresar a la casa después de dos meses...
Barrer los corredores, volver a comer mis limones.
Limpiar con bicarbonato la nevera, para llenarla entera.
Ensayar la nueva receta, el guacamole sabe mejor con arepa.
Yo no tengo niños, pero tengo seis sábilas, dos helechos y debo revivir las flores que robé a mi Claudia.
Montarme de nuevo a la bici, mis carnes están blandas.
Quitar las alfombras para tiempos calientes, desplazarme entre las nuevas series.
Deshacer la maleta, yo no regalo nada a nadie desde otras tierras.
Moler el café para bañarme de adrenalina otra vez.
Desenredar estos pelos, desear como sopa tus besos.
Saludo virtual a un amigo cada día y esquivar los vecinos.
Necesidad de conducir en silencio, de dormir con mi gato y saber que es la posesión que más amo.
Mis listas de reproducción, ¡cómo extrañé tu canción!
Querer volver para comer a mis horas, como me gusta mi licuadora.
Ver mis nuevas fotografías, vírgenes de tanta escenografía.
Cantarle a los pájaros mis historias a escondidas de las palomas, no hace falta que se enteren de tanta cosa loca.
La bruja vuelve a la casa blanca, se vuelve a poner sus trajes absurdos y a beber el rooibos de frutos.
Albaricoques en Fataga y yo te espero en mi cama.